domingo, 15 de diciembre de 2019

Artículo sobre el estrés


El mes de Diciembre no es un mes más en el calendario. En él transcurren las emociones más encontradas y un estrés positivo para muchos hombres y mujeres, y un estrés negativo para otro tanto de seres humanos.
¿Qué es lo que sucede? ¿Por qué sentimientos tan encontrados? ¿A qué se debe esa diferencia en percibir un mes que aparentemente más allá de las fechas navideñas y del fin del año, aparece como un mes más de los doce que componen el año que finaliza?
Diciembre es un mes de balances, diciembre es un mes de evaluaciones interiores y de establecer con claridad y a veces con cierta dureza, cual es el grado de satisfacción o de insatisfacción con lo que la vida nos ha proporcionado en los once meses anteriores.
Y, claro los resultados son variables. Para algunos puede haber sido un año exitoso, dónde sus metas y objetivos llegaron a buen puerto, mientras que para otros el fracaso y la frustración han estado presentes.
Se suma a este mes tan especial, los recuerdos y las añoranzas. La nostalgia que provoca el evocar situaciones y vivencias que hoy ya han desaparecido por distintas circunstancias, genera una angustia que hace que un elevado grupo de personas, desee cerrar sus ojos el veintitrés de diciembre y volver a abrirlos el dos de enero del año próximo.
 Es entendible, las pérdidas generan este tipo de sentimientos con el consiguiente estrés negativo que abruma a nuestro cuerpo emocional y el físico a la vez.
Las ausencias son difíciles de sobrellevar, pero la aceptación de la realidad puede actuar como un bálsamo que atenúe por lo menos parcialmente el dolor que provocan los recuerdos.
Es bueno tener presente que los dos tiempos de la vida son el presente y el futuro y que si bien todos tenemos un pasado, no nos aporta nada positivo el sufrir por lo que ya vivimos y que no tiene retorno alguno por más que lo intentemos una y otra vez.
Enfocarse en lo que vendrá, en el tiempo por venir es un buen antídoto para mitigar el dolor que provoca la evocación de un pasado que quizás fue realmente mejor, pero que no retornará a menos que hagamos algo para que ello suceda. 
Metas y objetivos a corto plazo, un proyecto personal que sea creíble y sustentable para cada uno de nosotros, genera una brisa fresca que borra aunque sea parcialmente los sentimientos negativos que nos puede generar este mes de Diciembre.
Ser agradecido/a por estar vivos y poder brindar por un año mejor, con salud, con actitud positiva y haciendo el esfuerzo por brindar lo mejor de nosotros para que ello sea posible, es uno de los objetivos a alcanzar.
Saber y aceptar que la vida tiene claros y oscuros y que en buena medida depende de nuestra actitud el incrementar los claros y la luz, es un estímulo para cambiar algunos posicionamientos que podemos tener respecto a nuestra existencia.
Diciembre mes de balances, pero también mes de sueños y expectativas de lo que sucederá en el año venidero.
Recuerda que nada cambiará si tú no haces el esfuerzo para que ello sea una realidad. Mucho depende del entorno, pero también es cierto que mucho más depende de esa actitud que debemos tener frente a lo que nos ocurre en el día a día.
El estrés es el enemigo moderno, es el asesino sigiloso que espera allí en cualquier rincón al acecho que tú bajes los brazos, para ingresar despiadadamente a provocar daños a veces irreparables.
Sin algo de  estrés no podemos vivir, pero la sobretensión excesiva nos enferma y también nos mata prematuramente.
¡No lo permitamos! Seamos sensibles ante lo que nos pasa, pero firmes y sólidos en la defensa de nuestra salud física y emocional

Gracias por leerme.

                                                                                                  Dr. Walter Dresel

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