domingo, 2 de marzo de 2014

Entrevista Un uruguayo bestseller

Un uruguayo bestseller
  19/02/2006 - Diario "El País" Uruguay

Exito de ventas en Latinoamérica y en España —donde está en la lista de los 10 más adquiridos—, el cardiólogo devenido en escritor prepara su quinto libro y dice que para abordar las enfermedades se necesita llegar a su raíz emocional. las claves de la "superación personal".
G.V
En alguna ocasión se ha definido como "médico del corazón". Puede sonar cursi, pero lo cierto es que se ajusta a la verdad, pues es cardiólogo desde hace más de 30 años. Sin embargo, cuando Walter Dresel se define a sí mismo de tal manera no se refiere estrictamente a su profesión. El doctor uruguayo ha escrito cuatro libros de autoayuda —o "superación personal", como prefiere llamarlos— con un éxito que ha dejado boquiabierto a más de uno. Mientras en Uruguay dos de sus obras van por la octava edición y es best-seller en varios países de América Latina, en España su segundo libro, Toma un café contigo mismo, estuvo desde la primera semana entre los diez más vendidos y en tres meses alcanzó su quinta edición.
"Yo suponía que la diferencia socioeconómica y de calidad de vida que tenían los españoles iba a generar una brecha con respecto a una temática que, de alguna forma, era más común en América Latina. Sin embargo, tanto en Barcelona como en Madrid, luego de la presentación de los libros, a la hora de las preguntas del público, éstas eran exactamente las mismas que se hacían en Uruguay o en Argentina. Es decir que en el fuero íntimo, las dificultades de los seres humanos no tienen fronteras. Son totalmente independientes de la forma de vida o de la estructura de la sociedad", opina.
Aún así, no deja de sorprender el éxito de un médico escribiendo textos en un género —llámese autoayuda o superación personal— que ha proliferado por demás en los últimos años. El autor adjudica la gran aceptación de sus libros a un lenguaje simple, franqueza e invitación al diálogo interno, "y no a un estereotipo de consejos útiles para ser feliz en una semana".

—¿Cómo llegó un cardiólogo a escribir libros de autoayuda?
—A medida que fui ejerciendo profesionalmente, me di cuenta que la complejidad de las cosas que nos pasan a los seres humanos no podía ser resuelta bajo un esquema rígido de atención, diagnóstico y tratamiento. Se hacía necesario ingresar en el aspecto emocional: cómo nos está yendo en la vida, cuáles son nuestras expectativas, cómo son nuestras relaciones personales y laborales, porque todo conforma una manera de ser y estar en el mundo. Así, me fui inclinando a jerarquizar cada vez más la importancia de los fenómenos emocionales en la genésis y en el mantenimiento de una cantidad importante de enfermedades. Los médicos egresamos de la Facultad con un bagaje de técnicas muy importantes, pero es muy diferente el diálogo, cara a cara, entre las cuatro paredes de un consultorio. Allí aparecen todas las angustias, las ansiedades, las dificultades y las inseguridades, características de este comienzo de siglo XXI.

—¿Los aspectos emocionales están influyendo más ahora, o simplemente se los está tomando más en cuenta?
—En los últimos 10 o 15 años hubo una modificación sustancial de los motivos de consulta. Cuando yo egresé de la Facultad, en 1975, casi el 100% de las consultas eran por una causa específicamente física, pero en los últimos tiempos crecieron enormemente los problemas de orden emocional. Es decir, las dificultades que tenemos para manejarnos en la cotidianeidad. El cuerpo emocional se ve desbordado y aparecen las somatizaciones. Al principio, solo son alteraciones de la función, pero en la medida en que no son contenidas y tratadas adecuadamente terminan constituyendo enfermedades claramente demostrables. Hay una necesidad creciente de poder comunicarse, de poder encontrar un marco de referencia donde volcar aquello que estamos sintiendo y que muchas veces, a pesar de estar en el siglo de las comunicaciones, no logramos transmitir al entorno más cercano. Generar ese espacio, en la relación médico-paciente, me fue dando un conocimiento muy profundo de cómo es el ser humano, cómo siente, piensa y actúa, y eso fue el primer paso para poder escribir los libros. Me fui dando cuenta que no es posible curar solamente a través de una medicación o una cirugía, sino que había que atender al individuo en forma integral. Brindarle herramientas para que pueda lograr una mejor calidad de vida, equilibrio y paz interior.

CIENCIA Y AUTOAYUDA
— Usted tiene la formación de un hombre de ciencia, pero escribe libros de ayuda más espiritual. ¿La autoayuda atiende aspectos que la medicina no alcanza?
—Totalmente. La ciencia es, en algunos aspectos, muy rígida, si bien todos nos apoyamos en los adelantos tecnológicos y descubrimientos científicos, que son los que han permitido combatir pandemias que diezmaban a la humanidad. Es más, en una primera instancia, en una relación médico-paciente, siempre debemos ser exhaustivos en la búsqueda de una causa orgánica de la enfermedad. Sólo cuando podemos descartarla, es que nos volcamos de lleno a los aspectos emocionales. Pero hoy, en el siglo XXI, nadie puede desconocer que hay una interrelación profunda entre los fenómenos de la mente y los del cuerpo. Si dejamos la mente de lado, nunca podremos encontrar el equilibrio y la alegría de vivir. Algunos lo logran con mayor facilidad, algunos con dificultad, y otros no lo logran nunca. Los libros no son soluciones mágicas. Cualquier lector que se acerque a uno de mis libros no va a encontrar recetas mágicas para sus problemas. Va a encontrar allí una invitación a la reflexión, al diálogo interno, a aceptar su realidad y comenzar a introducir los cambios necesarios para mejorar su forma de ser y estar en el mundo.

— Algunas teorías sostienen que todas las enfermedades son somatizaciones. ¿Considera que puede llegar a ser así?
— Todos los extremos son malos. Los virus existen, al igual que las bacterias, las infecciones, los infartos o los tumores. En una conversación filosófica, uno podría decir que en última instancia —que es lo que la medicina homeopática propone— la agresión a nuestro cuerpo emocional deja al organismo mucho más vulnerable, permite que nuestro sistema inmunológico se deprima y entonces las enfermedades ingresan por la puerta grande. Llevar eso a una generalización puede resultar demasiado audaz o ambicioso. Pero en mi práctica clínica he comprobado algo: el 100% de mis pacientes con determinadas enfermedades, como la poliartritis reumatoidea o la soriasis —de las que desconocemos aún hoy su causa exacta—, 30 o 60 días antes del primer empuje de la enfermedad tuvieron un episodio emocional conmocionante. ¿Qué significa esto? Que si bien el episodio emocional no es el causante de la patología, sí actuó como un disparador para que, sobre un terreno predispuesto, el mal apareciera. La pregunta que uno se hace es: si ese episodio emocional no hubiera existido, ¿cuánto más tarde habría aparecido la enfermedad? O más aún, ¿habría aparecido?

DIALOGO INTERNO
—¿La autoayuda sirve para prevenir esos sucesos?
— Lo importante es promover el diálogo interno. Hay personas que cursan la quinta o sexta década de la vida y nunca se han sentado a tomar un café consigo mismo para preguntarse cosas básicas y trascendentes que solamente cada uno de nosotros puede contestar. ¿Qué quiero y qué no quiero para mi vida? ¿Qué grado de compromiso estoy dispuesto a poner? ¿Qué necesito para sentirme bien? Ninguna de esas preguntas puede ser contestada por el médico más famoso o el psicoterapeuta más importante. Emergen del centro de nuestro ser.

— ¿La comunidad científica está aceptando más esas otras técnicas, que hasta hace un tiempo se encontraban en las antípodas de sus convicciones?
— Sin duda, por varios motivos. En primer lugar, se está dando cuenta de que nos estamos quedando sin respuestas para las demandas de la gente. La problemática que tiene hoy el ser humano no puede ser resuelta con una cajita de medicamentos. Es mucho más profundo que eso. Tiene que ver con la postura de esa persona con el mundo que la rodea. Hay mucha gente que vive el mundo como muy hostil y seguramente no es así, sino que debemos modificar nuestras creencias y modelos, flexibilizar nuestra posición para adaptarnos a un mundo dinámico, cambiante, y que no nos está esperando. Y por otro lado, está la creciente aceptación por parte de la gente a terapias alternativas o complementarias que asisten mucho más al ser que al estar. Hoy hay una megatendencia a que el individuo busque su bienestar, algo que uno no puede buscar en la frialdad de una caja de medicamentos. Cuidado, esto no significa que abandonemos el diagnóstico y tratamiento de las enfermedades que siguen existiendo. Pero aparte de la enfermedad, uno tiene que tomarse un tiempo para preguntarle al paciente cómo la vive. De alguna forma, la comunidad científica se está dando cuenta que llegó la hora de abrir las puertas. Mientras cada uno se mantenga en su chacra peleándose porque "mi sistema es mejor", el único perjudicado es el paciente.

— Ese fenómeno de apertura, ¿se está dando por igual en América Latina y Europa?
—Como con todo, hay bastiones muy ortodoxos que todavía se resisten. También es responsabilidad de cada uno de nosotros buscar los caminos más serios.

— Sus colegas cercanos, por ejemplo, ¿cómo han recibido sus libros?
— Ha sido todo un proceso. Primero hubo una situación de incógnita. Hoy, a través del tiempo, puedo decir que los propios colegas me envían a sus familiares, padres, esposas, hijos. Por la búsqueda del diálogo, que para mi cada día se torna más importante y aspirar a la felicidad, por qué no. En general creemos que lo sueños son para unos pocos, pero en realidad son posibles en la medida que diseñemos un proyecto personal que sea creíble y sustentable para nuestra vida. Los seres humanos debemos abocarnos desde este mismo momento a descubrir cuál es mi misión en la vida y cuál es mi verdad, y dejar de deambular dejando que los años pasen, sin saber hacia dónde vamos y por qué.

Cardiólogo, homeópata y escritor
Walter Dresel (1945) se graduó como cardiólogo en la Universidad de la República en 1975 y en 1999 egresó como homeópata de la Asociación Médica Homeopática Argentina. Desde 1988 está dedicado al Estudio Integral del Envejecimiento Humano, y creó el Centro de Medicina del Bienestar.
A la práctica profesional, suma la conducción del programa de radio "TOMANDO UN CAFÉ CON EL DR. DRESEL"  que se emite por RADIO NUEVO TIEMPO 1010 AM.
Es autor de los libros: El lado profundo de la vida (2002), Toma un café contigo mismo (octubre 2003), Entre tú y yo (noviembre 2004) y Un sueño posible (noviembre 2005).
Actualmente está preparando su quinto texto, acerca de "cómo tomar decisiones correctas en el momento justo", según explicó. Se prevé que sea publicado en el último trimestre de este año.

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