lunes, 3 de marzo de 2014

Las distintas adicciones y el tabaquismo

Hemos mencionado  varias veces que la Organización Mundial de la Salud, dependiente de las Naciones Unidas, ha establecido que la Salud es un completo estado de bienestar físico, mental y social y no meramente la ausencia de enfermedad. Esto significa que no estar enfermo no es sinónimo de estar sano. 
Y creo que vale la pena ir a un análisis más profundo del contenido de esta definición. ¿Hay alguien que tenga un completo estado de bienestar físico, mental y social o alguno de los tres? ¿Cuál es el mensaje que esta definición tiene? 
Y el primer mensaje es que la salud es una cuestión de autorresponsabilidad. Ese equilibrio emocional, esa salud mental, esa salud física, ese tratar de tener una inserción social adecuada, son responsabilidades que los seres humanos tenemos.
A veces, por distintas circunstancias: por imitación, por una falta de autoestima, por seguir a un líder o a una persona que tiene aristas de su personalidad más fuertes de la que tiene cada uno, especialmente a nivel de la adolescencia o de la juventud, se empieza a ingresar en lo que yo denomino las enfermedades de la conducta, que son los hábitos dañinos para nuestra salud, como el tabaquismo, el alcoholismo, la drogadicción, el consumo de psicofármacos indiscriminado. 
Durante muchos años específicamente me he ocupado -y me sigo ocupando hasta el día de hoy- porque para mí es un tema fundamental, del tabaquismo. Traté de explicarles a mis pacientes, de todas formas, el daño que se estaban provocando y no lograba prácticamente ningún efecto. Hasta que finalmente comprendí. Traté de ponerme “no enfrente” sino “al lado” de la persona para tratar de entender qué es lo que hay detrás de ese supuesto placer de esa conducta adictiva, que puede ser el tabaco, que puede ser el alcohol, que puede ser un psicofármaco, que puede ser el juego inclusive, que puede ser un comprador compulsivo. Hay muchas maneras de generar una adicción. 
La diferencia es que hay algunas adicciones, como la adicción al juego y la del comprador compulsivo que van a redundar en una catástrofe económica, pero las otras, culminan en una destrucción del bien más preciado que tenemos los seres humanos, que es nuestra salud.
Y fíjense ustedes, que esta salud está integrada por varios pilares. Y no solamente cuando una persona se vincula con el tabaquismo está agrediendo su pilar físico sino que está agrediendo fundamentalmente su pilar emocional. ¿Por qué? Porque pierde el control. El cigarrillo se convierte en una adicción química para esa persona. Cada vez necesita una mayor cantidad para lograr el mismo efecto. El organismo rápidamente se acostumbra a recibir las sustancias tóxicas y adictivas, como es la nicotina fundamentalmente. Y se habla de la nicotina, pero la combustión del tabaco libera más de cuatro mil productos tóxicos para la persona que inhala el humo del cigarrillo pero también para el entorno, porque el fumador pasivo existe. Y ese tabaco y esa nicotina y esos productos tóxicos actúan en forma absolutamente silenciosa. Van actuando a través de los años. Van provocando la destrucción de la parte más importante del pulmón que es la parte de los alvéolos, que es donde se produce el intercambio entre el oxígeno que nosotros ingresamos a nuestro organismo con cada respiración y anhídrido carbónico que eliminamos. Eso se hace a través de una delgadísima membrana que existe en esas pequeñas celdillas que son los alvéolos, que son destruidos literal y progresivamente por la acción del tabaco.
Hablamos de adicción química pero también tenemos el hábito y tenemos la dependencia psicológica. El fumador queda durante muchos años atrapado en una maraña de la cual tiene que hacer un esfuerzo muy importante para poder salir. 
Esa destrucción del área terminal del pulmón genera algo de lo cual casi nunca se habla, que es la insuficiencia respiratoria. Porque cuando hablamos de tabaquismo asociamos inmediatamente el infarto de miocardio, el accidente vascular encefálico, el cáncer de pulmón o de laringe, pero pocas veces se habla de esa enfermedad pulmonar obstructiva crónica y de la cual los sanatorios y los hospitales están llenos en invierno de personas que no pueden respirar o que tienen un remanente muy pequeño de su aparato respiratorio y que viven o que terminan sus días ligados a un balón de oxígeno. 
Y esta es la cruda realidad vista durante años y años en aquellas personas que por alguna razón no pudieron desligarse de esta arma mortal y silenciosa. 
Por eso hacemos los máximos esfuerzos tratando de hacerle entender a aquella persona que fuma, del daño gratuito que le está haciendo a su organismo.
Por eso, el día del abandono es HOY. El día del abandono total es cuando tú tomes la decisión de respetar tu cuerpo.  Lo único que te pido es que reflexiones. Yo puedo sugerirte, puedo explicarte, puedo tratar de que tú entiendas, si tienes abierta tu mente, que estás poniendo en juego tu vida.
Hay algunas personas que logran dejar de fumar de un día para otro, porque su voluntad es férrea y porque quieren hacerlo, mientras que otras necesitan de una mano que los apoye, que los empuje, que los sostenga, mientras pasan por el período del síndrome de abstinencia, que no es sencillo sin duda, pero que se puede hacer. 
Las cosas en la vida hay que hacerlas a tiempo.

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