La capacidad del
ser humano no tiene límites: somos nosotros quienes nos ponemos un techo
imaginario y creemos que no podremos atravesarlo. Ese techo no existe en
realidad, lo creamos en nuestros pensamientos, sustentado en las vivencias y
limitaciones que hemos tenido en el pasado.
Los límites
pueden protegerte, pero también maniatarte. De ti depende que solo te
resguarden.
Esta obra invita
a enfrentarnos con nosotros mismos, para derribar límites que pensábamos que
eran infranqueables. Es hora, pues el mundo se ha visto convulsionado y ese
tsunami dejó como resultado nuevas reglas de juego y paradigmas que han quedado
atrás. Debemos incrementar nuestro diálogo interior, abandonando viejos modelos
de comportamiento que hoy perdieron vigencia. Uno de los objetivos es que tú
puedas planificar una estrategia para el resto de tu vida.
Mira hacia tu
interior y descubre tu potencial. Tu mejor versión te está esperando. Nadie la
podrá diseñar mejor que tú porque, si te conoces, sabrás hasta dónde puedes
llegar y entonces los límites ya no serán tales. Cuando percibas que tu mundo
interior está razonablemente en orden, el vínculo con el mundo exterior será
mucho más fluido. Pues un ser humano que tiene claro cuál es su misión y cuál
es su verdad en la existencia, recorre los caminos de la vida liviano de
equipaje.
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